EDITORIAL

Finalmente hay Nuevo Presidente en el PRD

Después de que el pasado Viernes el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinada el fallo inapelable sobre la victoria de Jesús Ortega Martínez como presidente legal del Sol Azteca, el PRD. No se hicieron esperar los reclamos por parte de sus adversarios ante dicha resolución, principalmete por su asiduo contrincante Alejandro Encinas, con el cual estuvo en disputa por más de 9 largos meses, para que al final, despúes de tantas sopechas se dictaminara trinfador a Jesús Ortega.

Pero como bien se sabe, Alejandro Encinas hace caso de todo lo que le dice Andres Manuel Lopez Obrador, porque para él, es el único eslavón que puede mantenerse dentro del partido, y de esa manera seguir con su terquedad de llegar a los Pinos. Pero entonces, siendo así las cosas, Encinas no ha querido aceptar el cargo que le corresponde por obtener el 2ndo lugar en las elecciones internas del partido, para ser Secretario General del PRD, pero por otro lado hace mención que un solo hombre no puede dirigir la izquierda del PRD, entonces quien lo entiende, ni siquiera le interesa platicar con Jesus Ortega. Pero será hoy en una conferencia de prensa donde finalmente decida si le entra o no a dirigir el partido. Aunque para el Presidente electo de la Nueva Izquierda dice que no caerá en propocaciones y mucho menos en pensar de que existe una crisis en el partido, habrá que esperar entonces lo que deciden hacer estos dos dirigentes con el partido. Porque Jesus Ortega, no quiere un partido fracturado sino un partido en donde todos participen, y mirar hacia las elecciones del 2009 que tanto importan y es prioridad. Un militante moral, que califica de mitómano a Encinas porque él fue el primero en ir al Tribunal a reclamar el supuesto triunfo y que después rechazó el dictámen final porque no había sido electo ganador. Una vez más el rechazo de las instituciones y la intolerancia de una izquierda sea de la corriente que sea, de no estar dispuestos a dialogar por el futuro que merece una nueva izquierda, cada vez más débil, auqnue no lo quieran aceptar, ante un individualismo absoluto que vive hoy el PRD. Y ahora que sigue, una hermandad aparente entre Encinas y Ortega para que salven al Sol Azteca.